En Lantana Park, siempre estamos pensando en ti y en los tuyos.

Es por eso que queremos acompañarte en este nuevo proceso de comprar tu vivienda. Si esta es tu primera inversión en el sector inmobiliario, permítenos decirte que estás en el lugar correcto.

Comprar un departamento es un proceso mucho más meticuloso de lo que piensas, después de todo estás invirtiendo en un patrimonio y hay muchos aspectos a considerar; tales como ubicación, accesos, vialidades, financiamientos, entre otras. Pero guarda la calma, es totalmente normal sentirte abrumado por este tipo de temas porque es un tópico relativamente desconocido para quiénes no ejercen alguna rama de la economía. Es aquí donde radica la importancia de la educación financiera desde jóvenes.

Hoy te vamos a compartir las principales consideraciones que debes tener en cuenta antes, durante y después de adquirir una vivienda. Velo así como tu guía especializada para la primera inversión en bienes raíces.

1. Diseña bien tu plan. Si fallas en planear, planeas para fallar. Es importante fijar las direcciones que vas a seguir para lograr vivir en el espacio de tus sueños.
2. Tu estado actual. Es fundamental que realices un auto estudio de tu situación financiera. Pon en orden tus prioridades y distribuye bien tus ingresos para que puedas solventar tus gastos. 
3. Cotiza. Infórmate sobre las instituciones financieras que tienes a tu alcance y haz una comparativa en cuál es la opción que se adecúa de mejor manera a tus necesidades.
4. Compara tus opciones de vivienda. Puedes asesorarte con un agente inmobiliario para que te ayude a encontrar la residencia ideal.
5. Contrata los servicios de un notario público para que dé legalidad a todo el proceso.

Una vez que hayas elegido donde quieres invertir, lo siguiente es recopilar los documentos para iniciar con el proceso de la compra, los cuáles son:

• Título de la propiedad. Para validar la posesión del inmueble, debe estar registrada en el Registro Público. Asegúrate que este documento esté presente al momento de realizar el trato.
• Carta de autorización de crédito hipotecario. Debes presentar una carta por parte de la institución financiera que te aprobó el financiamiento que certifique dicha acción.
• Avalúo vigente. Este documento te permitirá esclarecer la relación entre las cualidades y condiciones del inmueble por el importe a pagar en el momento que se está realizando la inversión.
• Boletas de predial y agua. Estos documentos deben ser facilitados por el vendedor para comprobar que no hay adeudos pendientes de consumo de predial y agua asociados con la vivienda.
• Certificado de libre gravamen. Este documento también debe ser proporcionado por tu vendedor para corroborar que la casa no tiene deudas como hipotecas pendientes.
• Documentos personales. Ambas partes deben entregar documentos que validen sus identidades, tales como copias de identificaciones oficiales, actas de nacimiento, etc.

Después de que se haya llevado a cabo el intercambio de bienes y la propiedad ya sea totalmente tuya, es importante que realices 4 pasos:

1. Escritura la vivienda. Este es el verdadero acto de compra. Registra la vivienda con el notario para darle formalidad al proceso y ¡listo! La vivienda es tuya.
2. Con el registro de la escrituración de la vivienda, deberás pagar impuestos que varían según si la propiedad es obra nueva, de segunda mano o autónoma.
3. Inscribe tu vivienda en el Registro de la Propiedad.
4. Dar la alta de los suministros. Aquí ya depende de ti la elección de la compañía que elegirás como proveedora de servicios.

Ya sea para rentas o para consumo propio, invertir en el sector inmobiliario siempre es una buena idea, puesto que es conocida como una inversión segura, ya que es de las pocas que aumenta su valor con el paso del tiempo. Recuerda siempre asesorarte con expertos en el tema al momento de realizar una inversión en un condominio para una mayor seguridad y conocer tus posibilidades, así como la magnitud del financiamiento al que tienes acceso, estar consciente de tu situación económica actual te ayudará a evitar pasar malos ratos.